“Nosotros vamos más rápido que los jueces”, ha asegurado el presidente

cfk_51

“Harían falta ochocientos nuevos juzgados, cincuenta toneladas más de vergüenza institucional y otros diez mil jueces para que el Kirchnerismo empezara a preocuparse ligeramente por la acción de la Justicia”, según afirma la propio senadora desde el Congreso. 

Cristina Kirchner ha querido así tranquilizar a la Banca, a la Iglesia y al empresariado en general, desde las grandes mafias eléctricas a las medianas y pequeñas empresas corruptoras o los simples comisionistas de provincias. “Los que dicen que en un plazo de dos años solo quedaremos cuatro bandoleros están absolutamente equivocados y no tienen ni idea de lo que significa la Argentina ni saben por qué somos una unidad de destino en lo universal”, ha recalcado la senadora a los periodistas que le recordaban los numerosos procesos judiciales que se abren cada día contra ella y miembros del anterior gobierno. 

Según explican desde la Campora, el kirchnersimo cuenta con un protocolo de seguridad muy sofisticado, “y muy informático”, para evitar que su porcentaje de sinvergüenzas se sitúe por debajo de un nivel establecido. Al parecer, cada vez que un miembro del partido es imputado se proyecta una señal infrarroja sobre el cielo de todas las poblaciones argentinas donde el kirchnersimo mantiene puestos en las diferentes instituciones. Inmediatamente, los dirigentes que la han visto se ponen a delinquir en el primer asunto que se les pone a mano, según palabras de los responsables del sistema. “No es una batseñal pero es de puta madre”, aseguran.